SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONAL DE EXPERTOS EN
TURISMO ÉTNICO
"Raíces de Vida que proyectan Progreso”
INTRODUCCIÓN
El Turismo Religioso, a diferencia
de todos los demás segmentos del mercado turístico, tiene como motivación
fundamental la fe. En la actualidad las ciudades santas que históricamente han
sido objeto de peregrinaje -como por ejemplo Jerusalén, La Meca o Roma- siguen
siendo importantes puntos de referencia del sector.
El sector del
turismo religioso está implantado con fuerza en Europa -donde se calcula que
más de quince millones de personas realizan algún tipo de turismo religioso- y
Latinoamerica, por lo que varias agencias turística se han especializado en
este sector.
El tipo de viajes de
este sector suele corresponder a estancias cortas, de tres o cuatro días,
generalmente coincidentes con fines de semana o puentes. Hay varias posturas
respecto a que se incluye dentro de este tipo de turismo, pero en general puede
considerarse que abarcar tanto la visita a santuarios o lugares sagrados como a
las peregrinaciones, además, visitas a tumbas de santos, asistencia y
participación en celebraciones religiosas. Un poco mas discutidas son las
canonizaciones, visitas a lideres religiosos, congresos eucarísticos, años
santos, etc.
El Encuentro
Internacional de Expertos en Turismo Étnico “"Raíces de Vida que proyectan
Progreso, busca un punto de encuentro y socialización entorno al turismo
cultural “Religioso” como objeto de análisis.
La dimensión de sus efectos, los
retos para la sostenibilidad cultural y la identidad de nuestros pueblos, a la
vez de las ventajas y opciones para la preservación y difusión de nuestra
cultura. Una propuesta amplia de discusión para que desde varias disciplinas
intercambiemos saberes y experiencias entorno al turismo y el futuro de esta
actividad en América Latina.
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Para mantener los
destinos turísticos activos, los atractivos deben renovarse y diversificarse y
es por ello, entre otras razones, que en la actualidad se pone el énfasis sobre
los atractivos culturales, especialmente el religioso, como alternativa al
producto tradicional, que significa masificación y excesos que comprometen la
calidad de vida de los núcleos receptores.
Los atractivos
culturales incluyen manifestaciones de la cultura material (edificios,
monumentos, artes plásticas y visuales) y de la cultura simbólica, como danzas
tradicionales, culinarias y otras rotuladas de típicas o folclóricas.
Una forma particular
del turismo cultural es el turismo étnico, donde el atractivo principal es la
forma de vida de determinados grupos humanos, diferenciados por raza, religión,
región de procedencia y otras características comunes.
Este tipo de turismo
merece algunas discusiones por las consecuencias que conlleva en el plano de la
ética y de las relaciones humanas, cuando se coloca el atractivo (personas y
modo de vida) al servicio de los negocios turísticos. Esta comunicación
pretende focalizar el turismo étnico practicado en lugares del nuevo mundo
donde se instalaron determinados grupos de inmigrantes y que en la actualidad
utilizan su diferencial étnico como atractivo turístico.
Pretende colocar
algunas reflexiones a partir de los conceptos de tradiciones inventadas,
identidad y patrimonio. El tema abordado desde la óptica de la planificación
turística y su responsabilidad social y desde una mirada sudamericana sobre un
escenario que, por ser diferente del europeo, obliga a introducir algunas
variables de análisis a la cuestión del binomio turismo – cultura, como por
ejemplo, las barreras que la memoria colectiva puede poner a la historia
oficial, así como el peso de la especulación del suelo y de la mentalidad
“modernizadora” que, juntos potencian el deseo de destruir o desechar lo
antiguo.
La importancia
creciente del turismo religioso en el mundo tiene una especial visibilidad en
los destinos con potencialidad turística definida, muchos de ellos ubicados en
zonas de montaña por motivos fundamentalmente históricos. La masiva afluencia
de visitantes a estos lugares genera a su alrededor una oferta de alojamiento,
gastronomía y comercio que no resulta fácil armonizar con criterios de
sostenibilidad.
Los viajes con una
motivación religiosa son tan antiguos como la propia humanidad, pero la
facilidad para acceder a transportes asequibles y la multiplicación de una
hotelería organizada, desarrolladas a lo largo del siglo pasado, han permitido
incrementar sustancialmente el número de personas que se desplazan por razones
religiosas. Los datos de 2007 indican que, en todo el mundo, se calcula que son
unos 150 millones los peregrinos que viajan a lugares relacionados con la
tradición cristiana (Germain, 2007: 21-25), mientras que el conjunto de todas
las religiones mueve un total de 300 millones de personas (OET, 2008). Por este
motivo, la OMT (Organización Mundial de Turismo) otorga a este tipo de turismo
una atención especial con la puesta en marcha de la “Conferencia Internacional
de Turismo, Religiones y Diálogo entre Culturas”.
Palabras claves: Turismo, Cultura,
religión, Identidad, Efectos, América Latina.